Después de ver estas fotos respiré tranquila porque, cuando salí de la peluquería hace unos días, mirarme al espejo me resultaba un drama... Y eso que Jose insistía en que estaba preciosa pero, en serio, a Jesús se le fue la mano con la tijera y me cortó demasiado... Si, sí, soy muy exagerada, lo sé, aunque apuesto a que no soy la primera a la que le tiemblan las piernas cada vez que tiene que pisar la pelu, ¿o me equivoco? Comprenderéis que llevo desde que tengo memoria con mi melena larga y ya cuando decidí cortarla allá por el mes de diciembre, supuso todo un reto para mi. Porque el pelo es una parte fundamental del estilo de cada persona, de su esencia, de su personalidad y claro, un cambio tan radical implica dejar de lado ciertas cosas... El estilo boho, sin ir más lejos, un clásico de los últimos veranos en el que me movía como pez en el agua, me cuesta encajarlo ahora con el pelo tan cortito. En cambio, cada vez me encuentro más cómoda con este tipo de looks lady de carácter sencillo, lineas puras y aire minimal, en el que impera el "menos es más".
Así, y después de una de mis habituales parrafadas, os presento mi nuevo look, acompañado de los que se han convertido en mis imprescindibles esta primavera-verano #adorozara
Espero, como siempre, que os guste. Mil gracias por vuestra visita y hasta el próximo jueves.
¡Muack!
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